ULTRASONIDOS

    _Te amo _ Dijo Ella. “muere por mi”
    _Y yo a ti _contesto él. “Ya estoy muriendo,
  • pero morire por ti”.

SALMAN RUSHDIE
La Encantadora de Florencia


     Marianita moon sueña que ve fantasmas en sus sueños, fantasmas de mirada diáfana y labios partidos, fantasmas de voz desesperada y cabellos de formas inconcebibles. Fantasmas que le hablan y le dicen _Hey Marinita ¿qué demonios te pasa, pareciera que hubieras visto un fantasma?_ y ella les responde _Claro locos, pareciera que los viera_. Sus fantasmas son ángeles caídos con alas de sándalo y pies ennegrecidos de tanto caminar en el vacío, entes de pálido carisma, fantasmas sin vida pero rebosantes, ambiguos y volubles. Seres sin luz o de opaco brillo enviados para custodiarla; en ocasiones, cuando Marinita pasa horas disfrutando de su belleza dormida, le revelan anecdotas que la historia quisiera dejar en el olvido _eyy Marianita, sabias que John Lenon fue un dragón chino y que Yoko se lo recordó aquella tarde cuando una bala centelleo el espíritu de su mirada colorida, esa tarde en el que las aves volaron por cielos de notas musicales perdidas?... ey Marinita_ susurran interminablemente los fantasmas a sus oídos _¿where did you sleep last night? ... Y dormida, Marinita Moon pasa cantando toda la noche.

     En ocasiones tambien le hablan de sus deseos sin lujria y del pudor prohido de su vergüenza, de aquella necesidad carnal que no sienten sus almas sin cuerpo, del dolor de no sentir dolor y de lo bien que eso no se siente, y sobre todo, de la ausencia de tristeza en su trato libertino. Le hablan de sus lugares secretos, secretos por que incluso entre ellos hay reglas que respetar, formas ambiguas del mas allá que no todos pueden llegar a conocer, porque si no?... La muerte tampoco existiría, tampoco sería una necesidad intrínseca de la realidad. Le dicen fresca Moon, no le tengas miedo a la muerte, es una sensación odorífica por que cuando mueres, todo te huele al 40 x 100 de aldehído fórmico mezclado en tus narices y la vida se te nubla con cataratas, entonces ves manchones morados que te huelen a aldehído fórmico al 40 x 100, los ladridos de los perros suenan y huelen a aldehído fórmico al 40 x 100, las luces de los carros, el cantar de los aves, la hediondez de los ancianos y enfermos, el sexo de las mujeres, (sobre todo el de ella, que naturalmente emana vida), el olor de la selva, la ilusión del enamorado y los ring tones de los celulares…. todo… todo te huele al aldehído fórmico al 40 x 100._ ¿Incluso los pedos de los mortales?_ pregunta Marianita Moon entre sueños _Sobretodo eso_ confirman ellos, mientras sonríen al mejor estilo languido de los extintos.

     Esta tarde, Marianita y yo vamos a la pradera y nos acostamos para contemplar los zoologicos de quimeras que las nubes encarnan en el aire, entonces saca su lápiz labial y empieza a dibujar el contorno de las formas que imagina, mientras yo me quedo contemplando el rojo de su voluptuosidad, deseando ser y asi poder encumbrar todo el atractivo de su feminidad, de su sexualidad , suplicando al cielo poder oler su aldehido ubicado entre sus piernas. Ella no me habla, solo me mira como si me dejara, ¿eyy parce¡¡… que mosco raro te pico?, pero yo le respondo silencio, su mirada siempre logra abrumarme en exceso. Pienso que su naturaleza es ser ella misma, sin maldad ni benevolencia, aunque con ello no distinga entre la vida y la muerte, ella solo existe, y marianita sabe que esa existencia conlleva sus sacrificios, y yo tambien lo creo, he mirado atravez de sus ojos despiertos mientras duerme y he visto un alma frajil a punto de quebrarse, como una copa de cristal de 5cm de grosor cayendo en el vacio. Me mira de nuevo, le regalo mi sonrisa y empiezo a contemplar las figuras que con su labial candente ha pintado en el aire. Marianita me dice que va sacar algo de su bolso y que no le hable por un momento, que quiere escuchar los sonidos ultrasónicos del más allá con su walkman sony-player underground, un artefacto que según ella los fantasmas de sus sueños le enseñaron a construir para que por las tardes, cuando su alma se bifurca entre su casa y un mundo irreal, escuche las canciones fantasmas que tanto le alegran la vida, por último me toma de la mano y me dice _
Fresco Parce, cuando estemos sin estar, iremos a todos los conciertos de la otredad. Armonias esterofónicas de artistas clandestinos_ Claro Marianita Moon le respondo conmovido, olvidando que el ritmo de su música no le permite escucharme más, denuevo mira, pero esta vez sin expresar demasiado, extrañamente empiezo a sentirme como Alicia en el pais de las maravillas, ella toma el extremo de su estetoscopio y empieza a escuchar los sonidos que produce la hierba, y es justo en ese instante, cuando sus pestañas se abren dando por terminada aquella obra onírica, que mi fantasmal existencia llega a su final, dejando latente la expectativa ansiosa y alegre, como el cerillo quemado que intenta ser prendido, de su proxima fantasia.

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